La óptima actividad de una empresa exige garantizar la disponibilidad, integridad y confidencialidad de la información, optimizar los procesos y protocolos de trabajo, así como, anticiparse a las ciber amenazas y hacer frente a los ciberataques. Existe un amplio mundo de vulnerabilidades basadas en un funcionamiento incorrecto de los activos, debilidad de los sistemas de almacenamiento, accesos no autorizados, configuraciones erróneas en los equipos, obsolescencia, políticas de seguridad inadecuadas, deficiencias operativas en las medidas de ciberseguridad, etc.

El análisis de riesgos integral busca identificar y evaluar las amenazas que podrían comprometer la disponibilidad, integridad y confidencialidad de la información antes de que se materialicen.